Los sentidos crean sensaciones que forman parte de un mundo intangible, pero su captación se basa en un proceso cerebral que las separa.
Viene de muy atrás. Filósofos griegos como Aristóteles y Pitágoras especularon con que debía de existir alguna correlación entre la escala musical y los colores del arco iris. Newton relacionó cada tono de la escala musical con cada uno de los siete colores primarios del espectro.
Las artes, la ciencia y la filosofía han especulado durante varios siglos sobre toda esta mezcla, buscando respuestas y encontrando algunas.
Inspiración. Artistas de Alemania, Francia, España, Italia y Rusia se inspiraron en las formas abstractas de la música para tratar de lograr un lenguaje propio en la pintura intentando plasmar en un lienzo aquello audible; de la misma manera que músicos como Debussy se inspiraron en imágenes y pintura para componer.
Kandinsky, Klee, Delaunay o Jackson Pollock son algunos de los pintores que reflejaron en sus obras la intención de la interacción entre las percepciones musicales con las formas y los colores. En la música, Eric Satie o John Cage han creado bellas composiciones basadas en el sonido y el movimiento.
Sinestésica salta de la Interpretación a la Plasmación real.
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