EL ARTE Y LA CIENCIA CADA VEZ SE ENTIENDEN MEJOR

No podemos hacernos una idea de lo sugestionable que puede llegar a ser nuestro cerebro.

En esta entrada no vamos a hablar de los miles de estudios que avalan esta cuestión, ni de los que entrar a explicar los hemisferios y zonas de un cerebro humano. Tampoco será el típico post de cómo la música influye en nuestros hábitos de compra y como las grandes superficies y comercios lo aprovechan para comunicar a nuestro cerebro un mensaje añadido a los ya transmitidos por los canales habituales (sentido de la vista).

Queremos hablar del proyecto Braindance

Los artistas Črtomir Just y Matej Koncan en asociación con Blackbox realizaron un estudio sobre veinte voluntarios a los cuales se les midió la actividad cerebral mientras escuchaban una  pieza musical de dos minutos de duración. Basándose en técnicas de encefalografía y a partir de las gráficas obtenidas de la actividad cerebral de cada uno se construyeron después las imágenes que ilustran este post.

En la siguiente imagen, en la que se pueden comparar actividades cerebrales de varias personas, se puede observar como cada cerebro responde de manera diferente al mismo estímulo musical, y se generan unas representaciones artísticas de gran impacto visual.

Lo primero que queda claro con este proyecto es que la música es capaz de activar nuestro cerebro de una manera totalmente única. Además,  hoy día con los medios existentes esto es medible e incluso puede representarse de una manera estéticamente atractiva, tanto como para decorar una habitación en nuestra casa o una sale de un museo.

Lo segundo que pone de manifiesto este proyecto es que la generación de nuevas propuestas artísticas se está convirtiendo en una investigación científica, al igual que ocurre en Sinestésica, no vale solo con que el arte me guste o me inspire, el arte tiene una base científica.