Mediante este blog, vamos a plantearnos por “primera vez”, el derecho a divulgar el arte que viene, en nuestro caso principalmente la Música Sinestésica. Se trata de comprender, apreciar y distinguir, el hoy y el mañana, de una música culta, la única que sobre la faz de la tierra se halla en camino –desde sus orígenes- de llegar a una cúspide de plenitud, de madurez artística y humana. La Música Sinestésica, la Música del Conocimiento, la Música de la Razón. Se trata de conocerla en aquellos aspectos de su evolución que todavía no se han divulgado, ni siquiera promocionado para el gran público.
¿Existen razones para que siga existiendo el arte de la Música?
Más allá de la simpleza de una canción actual, -mal llamada moderna,- que tiene siempre que someterse a las circunstancias del mercado, imprevisible en sus ventas y por tanto en su aceptación, existe una estructura de la Música Sinestésica, aunque para la mayoría desconocida por lo que supone de difícil, complicada y confusa para ellos. Una Música Sinestésica que es en lo esencial, es decir, en su creación, independiente de las manifestaciones impuestas por las modas de todos conocidas. Una Música Sinestésica, un Arte que es –dicho con toda claridad- la generadora de esa otra mucho más simple y por tanto menos profunda.
Si queremos a través de estos artículos, saber en qué forma se está intentando provocar la muerte de la Música como Arte Culto que es, habrá que tener claro primero qué es eso de Música Sinestésica en oposición a Música Comercial; cuál es su relación con la vida, con el alma, con la naturaleza, con el espíritu; de cuantas formas se manifiesta y hasta qué punto sea esta forma musical culta, símbolo de pueblos, épocas, ideas, sentimientos, dioses, ciencias, culturas, derechos, organizaciones, concepciones del mundo visible e invisible, y por lo tanto, cuál debería ser su protagonismo más legítimo, el que le correspondería por propio derecho.
Roberto Jiménez Silva
¿Quieres ver obras de Arte Sinestésico? Entra en Sinestesica.com